Simplemente sobre lo Complejo: ¿Qué es 6 Sigma (6 sigma) y cómo lograrlo?

La tecnología Lean 6 Sigma es una parte compleja del Lean Six Sigma, que combina la gestión eficiente (Lean) y el enfoque de 6 Sigma. Durante mucho tiempo, al explicarla en sesiones introductorias de Lean Six Sigma, mostramos una curva de distribución de datos y tratamos de explicarla utilizando materiales matemáticos y estadísticos.

Nuestro colega, Javier Guien Madrid, ha encontrado una forma sencilla de explicar las 6 sigmas. ¡Nosotros hoy la compartimos contigo!

Comencemos con los fundamentos

Seis Sigma (en inglés, six sigma) es un concepto de gestión de producción desarrollado por Motorola en 1986 y popularizado a mediados de la década de 1990 después de que Jack Welch lo aplicara como estrategia clave en General Electric. La esencia del concepto radica en la necesidad de mejorar la calidad de los resultados de cada uno de los procesos, minimizando los defectos y desviaciones estadísticas en las operaciones. El concepto utiliza métodos de gestión de calidad, incluyendo métodos estadísticos, requiere el uso de objetivos y resultados medibles, así como la creación de grupos de trabajo especiales en la empresa que llevan a cabo proyectos para resolver problemas y mejorar los procesos (cinturones negros, cinturones verdes).

¿Por qué específicamente «6 sigma» en lugar de 3 o 5?

La metodología «6 sigma» se basa en la idea de alcanzar un nivel de calidad extremadamente alto en los procesos de una organización, reduciendo al máximo la variabilidad y los defectos. El número «6» en «6 sigma» se refiere al objetivo de tener tan solo 3,4 defectos por millón de oportunidades, lo que representa un nivel de calidad excepcionalmente alto. Este nivel se considera como un estándar de rendimiento óptimo para muchas industrias.

Ahora bien, ¿por qué no 3 o 5 sigmas? La elección de «6 sigma» como objetivo se basa en varios factores. En primer lugar, la variabilidad inherente de los procesos puede ser impredecible y, por lo tanto, es necesario establecer un objetivo más ambicioso para lograr un nivel de calidad constante y excelente. Además, el enfoque en «6 sigma» permite identificar y corregir cualquier desviación o problema en los procesos, lo que a su vez mejora la eficiencia y la rentabilidad de una organización.

En resumen, «6 sigma» se elige como objetivo para garantizar la excelencia en la calidad y la eficiencia de los procesos, minimizando la variabilidad y los defectos al máximo.

El nombre proviene del concepto estadístico de la desviación estándar, representado por la letra griega σ. En esta concepción, la madurez del proceso de producción se describe como la puntuación de desviación estándar o el porcentaje de productos sin defectos producidos, de manera que un proceso de gestión de la calidad con una clasificación de 6σ proporciona salidas sin defectos en un 99,99966 %, es decir, no más de 3,4 salidas defectuosas por cada millón de operaciones. Motorola estableció como objetivo alcanzar una calidad de 6σ para todos los procesos de producción, y es este nivel el que dio nombre al concepto.

En este punto podríamos dar por concluido nuestro artículo. Pero no, creo que todavía hay muchas cosas que no se entienden, ¿verdad?

Vamos a pasar al ejemplo.

Todos han jugado alguna vez al dardos en su vida? Si no lo has hecho, te explico: el objetivo del jugador es acertar en el centro. Cuanto más lejos del centro llegue el jugador, menos puntos obtendrá. En la imagen de abajo se muestran los resultados de 4 jugadores diferentes.

¿Qué jugador es mejor?

4º, eso es evidente. Siempre alcanza el objetivo y obtiene la calificación más alta. Ese resultado es siempre el objetivo de nuestros procesos.

¿Qué podemos decir sobre el jugador número 1? Es francamente malo, ¿verdad? Nunca alcanza su objetivo, sus resultados están dispersos. No queremos resultados así para nuestros procesos.

¡Excelente, hemos resuelto el problema con el peor resultado! ¿Y qué piensas sobre el segundo y tercer jugador? ¿Cuál de los dos es preferible para nuestros procesos?

Este es un tema que siempre genera acalorados debates entre los participantes de nuestros entrenamientos en Gestión Lean y Six Sigma. A primera vista, todo parece obvio: el tercero al menos acierta de vez en cuando, algo que no se puede decir del segundo. Por lo tanto, el tercero podría ser más prometedor.

Para comprender esto, te daré otro ejemplo.

Se dirige a un viaje a la ciudad N en autobús. Según el horario de la estación, sabe que el autobús hacia la ciudad N sale a las 9 de la mañana. ¿Qué sucede con el autobús si la estadística de salida del autobús está etiquetada como número 2?

Es obvio que nuestro autobús llegará tarde y se retrasará por un tiempo específico, por ejemplo, 20 minutos. Según los datos estadísticos, nuestro servicio de autobús siempre se retrasa de 20 a 25 minutos. Es molesto, pero no es crítico, porque como cliente, sabes qué esperar de este horario.

¿Qué sucederá si nuestro autobús de salida está representado por el número 3? ¿Cosas divertidas ocurrirán, verdad? A veces, el autobús sale con un retraso de 20 minutos, y otras veces llegas a la estación y el autobús ya está en la ciudad de N. ¿Podrías sobrellevarlo como cliente? Probablemente no. Y la próxima vez que viajes a la ciudad de N, seguramente elijas un medio de transporte más predecible.

Por supuesto, en nuestro ejemplo de autobuses, el mejor valor promedio sería el tercer caso, pero la pregunta es si queremos brindarle a nuestro cliente tal incertidumbre y calidad. ¡Obviamente que no!

Como puede ver, ¡la metodología Seis Sigma no es tan complicada como podría parecer! Amamos los números y estamos felices de compartir nuestro conocimiento sobre cómo trabajar con ellos. Venga a nuestro entrenamiento sobre Lean Management y Seis Sigma. Nuestro colega Javier tiene muchos otros secretos e herramientas interesantes en su arsenal.

¡Hasta luego!