Cómo la grosería mata tu empresa o por qué ser humano y cortés es ventajoso


Christine Porath estudia las consecuencias del acoso. El acoso es una falta de respeto o grosería dirigida a otras personas. Incluye una amplia gama de comportamientos, desde burlas de alguien con el propósito de molestar hasta bromas despectivas en mensajes de texto en reuniones.

Después de sufrir humillación en el trabajo, Christine Porath renunció y, junto a su colega Christine Pearson, comenzó a estudiar el impacto de este comportamiento.

Desarrollaron un cuestionario y lo enviaron a graduados de escuelas de negocios que trabajan en diferentes organizaciones. Se les pidió a los encuestados que describieran su experiencia de ser tratados con grosería, descortesía o indiferencia, y respondieran preguntas sobre cómo reaccionaron en situaciones similares.

Lo que las investigadoras descubrieron lleva a conclusiones interesantes.

Según esta pequeña investigación, la exhibición de grosería por parte de los compañeros de trabajo hace que las personas estén menos motivadas:

  • 66 por ciento de los encuestados redujeron su esfuerzo laboral;
  • 80 por ciento perdieron tiempo preocupándose por lo que había sucedido;
  • 12 por ciento renunciaron a su trabajo.

Después de que los resultados fueran publicados, las investigadoras recibieron muchas llamadas de empresas de diferentes niveles.

Por ejemplo, la compañía Cisco basó en estos datos, que el desempeño de la grosería les costó 12 millones de dólares al año.

«Es natural que la productividad sufra si se trata a los empleados de manera grosera», dirías tú. Pero, ¿qué pasa si tú no eres el objetivo de la grosería o el escarnio? ¿Qué hacer si simplemente ves o escuchas la grosería? ¿Qué pasa si eres un testigo imparcial?

«La grosería es contagiosa, es un virus»

dice Cristina Poras. «Nos convertimos en portadores simplemente estando cerca de ella. Y esto no se limita al lugar de trabajo. Podemos contraer el «virus de la grosería» en cualquier lugar: en casa, en línea, en las escuelas y en nuestras comunidades. Afecta nuestras emociones, nuestra motivación, nuestro trabajo y cómo nos relacionamos con los demás. Incluso afecta nuestra atención y puede privarnos de nuestras oportunidades. Y esto sucede no solo cuando experimentamos la grosería por nosotros mismos, sino también cuando solo la observamos. Esto sucede, incluso si solo vemos o leemos palabras groseras».

Y lo que eliges, determina quién eres en realidad.

Puedes ver la presentación de Cristina a continuación. Tenga en cuenta que el video está disponible en diferentes idiomas.

 

 

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